domingo, 3 de abril de 2011

El Manifiesto del Partido Comunista ante los nuevos tiempos


Una necesaria introducción.

Cuando revisamos la obra de Marx y Engels, sus planteamientos y aseveraciones, verificamos la vigencia que tienen en la sociedad de hoy, a pesar de las décadas que han transcurrido desde que estos dirigentes del proletariado mundial escribieron esta importante obra. La importancia que el Manifiesto del Partido Comunista tiene hoy para la orientación de la lucha revolucionaria en todo el mundo es innegable.

El Manifiesto del Partido Comunista, obra escrita por Marx y Engels a manera de programa para la Liga de los Comunistas, organización en la que militaban expone los argumentos teóricos y programático que esta organización hacia al proletariado es una exposición de las ideas de los comunistas para luchar contra el capitalismo.

Un hecho fundamental para reivindicar los planteamientos marxistas hoy en día consiste en que la obra de estos pensadores y actores revolucionarios se concentran en desnudar las enredaderas de la sociedad capitalista, la cual conserva hasta hoy como esencia la propiedad privada sobre los medios de producción social, la explotación del hombre por el hombre, y la división de la sociedad en dos clases principales, burgueses y proletarios; la lucha ejercida entre estas la cual se manifiesta en todos los aspectos de la vida social en particular y de la actividad humana en general, son elementos que se abordan en e manifiesto comunista y que conservan su vigencia, precisamente por mantenerse hoy en día presentes en nuestra sociedad.

Hoy el fantasma que recorría a Europa hace 163 años ha traspasado sus fronteras y se manifiesta en todo el mundo, en cada rincón donde los explotados y los oprimidos se organizan para actuar contra el yugo capitalista, obreros, campesinos, jóvenes, mujeres comunidades, se toman de la mano con este fantasma marchan decididos, triunfantes en la batalla por la destrucción de sistema capitalista y la construcción de la nueva sociedad; la socialista.

Este fantasma libra una dura batalla contra el reformismo y revisionismo que intenta quebrantar su esencia revolucionaria para convertirlo en un inofensivo elemento reproductor del orden establecido. Ahora más que nunca su recorrido por los rincones del planeta inspira el más profundo terror a la burguesía, provoca las acciones mas crueles contra quienes levantan sus banderas.

Muchas veces nos invitaron a su entierro, nos dijeron que su existencia era cosa del pasado; pero este fantasma esta aquí mas presente que nunca, elevándose como sol en el horizonte del proletariado que avanza guiado por la científica dirección de los postulados de Marx y Engels.

El Manifiesto del Partido Comunista a la luz de los tiempos actuales
Algo fundamental a la hora de analizar la vigencia de esta obra es reivindicar que sus autores reconocían la infalible experiencia de los cambios que tendría la sociedad, pero que a pesar de esto los elementos fundamentales se mantendrían en el tiempo.

Ya Marx y Engels enfocaban esta situación cuando en el prefacio a la adición alemana escrito en 1872 exponen “aunque las condiciones hayan cambiado mucho en los últimos veinticinco años, los principios generales expuestos en este “Manifiesto”, siguen siendo hoy, en grandes rasgos, enteramente acertados. Algunos puntos deberían ser retocados. El mismo “Manifiesto” explica que la aplicación practica de estos principios dependerá siempre y en todas partes de las circunstancias históricas existentes”.

Este pasaje de la obra nos manifiesta algo sumamente importante, lo cual consiste en que Marx y Engels asumían lo inevitable de los cambios que la sociedad experimentaría y aclaraban que lo expuesto en este documento tendría la posibilidad de ser aplicados pero en consonancia con las características históricas presentes en los diversos contextos. Esta aseveración se adelanta a los detractores del marxismo que pretenden descalificarlo diciendo que sus planteamientos se encuentran fuera de contexto pues, según ellos existen condiciones que Marx y Engels no se imaginaban cuando escribieron este programa para orientar la lucha del proletariado y por eso las propuestas establecidas en el manifiesto son caducas para nuestros tiempos. Si bien es cierto que existen condiciones y un desarrollo que tienen características muy distintas a los tiempos de Marx y Engels, también es cierto que los elementos expuestos en esta obra esencialmente mantienen una vigencia para nuestros tiempos que los mismos acontecimientos se encargan de reivindicar. A estos personajes se adelantan Marx y Engels cuando reconocen que el movimiento dialéctico de la sociedad provocara cambios en la misma y que a estas circunstancias se debe estar muy atento para poder actuar de manera acertada en nuestro accionar.

Otro punto de importancia es en el que se exponen elementos que significan que la tarea del proletariado y diríamos de los revolucionarios comunistas no debe conformarse con la conquista del poder político; sino que es importante mantenerlo y garantizar la forma como mantenerlo. Los burgueses como elementos vivos contrarios a la propuesta revolucionaria desarrollaran cualquier forma de resistencia donde hayan sido derrotados para restaurar su dominio de clase, esto quedó suficientemente demostrado en las experiencia de la comuna de Paris y en posteriores revoluciones, donde los pueblos que llevaron a cabo revoluciones socialistas o democrático burguesas fueron sometidos a los mas intensos ataques por los sectores contrarrevolucionarios nacionales e internacionales.

Otro elemento que se utiliza mucho para tratar de desprestigiar la teoría de Marx es que se ha equivocado en planteamientos centrales como por ejemplo donde era posible que ocurriera una revolución y las características que debía poseer el país donde se desarrollaría esta acción revolucionaria. Alegan que Marx ubicaba a los países más desarrollados en el sistema capitalista para que sucediera una revolución y que esta por el contrario sucedió luego en Rusia, uno de los países mas atrasados para el momento.

En este sentido es interesante observar lo que exponen Marx y Engels en el prefacio a la segunda edición rusa; aquí expone lo siguiente: “¿y en Rusia? Al producirse la revolución de 1848-1849, no solo los monarcas de Europa, sino también los burgueses europeos, veían en la intervención rusa el único medio de salvación contra el proletariado, que empezaba a despertar.” Y prosigue mas adelante… “y Rusia esta a la vanguardia del movimiento revolucionario en Europa”. Al tomar en cuanta el momento en que fue escrito esta aseveración se puede sacar rápidamente la conclusión de que los maestros del proletariado tenían muy en cuenta los acontecimientos de Rusia, pero que además veían posibilidades de desarrollo de experiencias en el marco de las aspiraciones proletarias. Engels en su obra “Acerca de la cuestión social en Rusia, escrita en 1894, diría lo siguiente: “Es indudable que Rusia se encuentra en víspera de una revolución”, luego continua con algunas consideraciones sobre distintos aspectos, donde lo mas importante a destacar sigue siendo que Marx y Engels observaron de manera importante el desarrollo del proceso social en Rusia y la posibilidad de revolución aun cuando este era uno de los países mas atrasados en el desarrollo capitalista.

Lo que se quiere destacar aquí es que los detractores del marxismo se valen de cualquier situación para negar su vigencia y su importancia hoy en día, pero además intentan demostrar que los planteamientos centrales del marxismo no sirven para los procesos actuales de transformación social, para la lucha por el socialismo en la actualidad, queriendo así levantar las banderas de “nuevos” caminos, incluso en nombre de la dialéctica, pues dicen que como la sociedad de ha transformado de manera permanente, los planteamientos de revolución social deben ser “novedosos” para superar los viejos esquemas, pero lo que en verdad quieren es evadir la esencia poderosamente revolucionaria del marxismo, además de abrir las puestas a las concepciones reformistas.

Lucha de clases y dictadura del proletariado
Una de los elementos innegables expuestos en el manifiesto comunista es la existencia de dos clases principales en la actual sociedad capitalista y que la lucha existente entre ellas es antagónica. Ahora bien aceptar que existe la lucha de clases no es mayor problema para la burguesía, menos para los elementos pequeño burgueses. Lo que si se convierte en un problema para la burguesía y pequeña burguesía es la necesidad de la dictadura del proletariado para someter a la burguesía una vez realizada la revolución socialista.

Al revisar el manifiesto comunista, en el segundo capítulo (proletarios y comunistas), observamos interesantes argumentos que nos orientan acerca del carácter de un posible gobierno proletario; por ejemplo tenemos: “El primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la democracia.” Y luego prosigue: “El proletariado se valdrá de su dominación política para ir arrancando gradualmente a la burguesía todo el capital, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase dominante”.

Aquí se ve con claridad algunas características de ese Estado, el cual debe tomar acciones contundentes para favorecer a la mayoría explotada y oprimida. Ahora bien notemos algo sumamente importante; ese Estado es dirigido por el proletariado el cual es clase dominante; es decir no es el Estado burgués que dominado por burgueses sigue administrando y sometiendo a la sociedad. Y esto se complementa cuando el texto prosigue de la siguiente manera: “Esto no podrá cumplirse al principio mas que por una violación despótica del derecho de propiedad y de las relaciones burguesas de producción”. Aquí no hay lugar a dudas, la tarea de someter a la burguesía por la fuerza es necesaria para poder alcanzar una transformación verdaderamente revolucionaria de la sociedad.

El termino conquista de la democracia genera también en ciertas ocasiones debates, entre las posiciones mas comunes que encontramos es la negación de la necesidad de la dictadura del proletariado, alegando que es inconcebible una forma de gobierno dictatorial para los revolucionarios. Pero el problema aquí sigue siendo como concebimos la lucha de clases y como se expresa; cuando se combate la dictadura de la burguesía sobre la sociedad se hace por la necesidad de la liberación del yugo capitalista, los burgueses utilizaran todos los medios represivos a su alcance para evitar perder el poder político, ahora bien, con la misma furia, que actúan para mantener su poder político también actuaran para recuperarlo en caso de perderlo, es por esto que seria idealista pensar que la destrucción del Estado capitalista y la construcción del Estado de nuevo tipo, el socialista se llevara a cabo sin necesidad de someter a la clase antagónica en este caso la burguesía. Como hemos dicho en líneas anteriores, ejemplos sobrados tenemos sobre las medidas asumidas por la burguesía contra el proletariado cundo este avanza en su lucha contra la explotación, inclusive cuando logra avances en el marco de la democracia burguesa.

La revolución proletaria y la crisis del capitalismo
En el manifiesto comunista Marx y Engels advierten sobre las inevitables crisis que ha de sufrir el sistema capitalista, las mismas se darán por superproducción debido a que la sociedad posee demasiados medios de vida, demasiada industria. Ante esto la burguesía intenta recuperarse y para esto toma distintas medidas entre las que encontramos: a) La destrucción obligada de una masa de fuerzas productivas, b) La conquista de nuevos mercados y c) La explotación mas intensa de los antiguos mercados que tenia en su poder. Esto explica el carácter agresivo y bélico que manifiesta la burguesía durante los periodos de crisis, las guerras es una actividad que la burguesía desarrolla para reacomodarse y repartirse los mercados en el mundo.

Esto también significa que la paz es realmente imposible mientras superviva el sistema burgués, pues la explotación y opresión de los pueblos genera la necesidad de liberarse del yugo capitalista. Para alcanzar la paz primero debe llevarse a cabo la revolución proletaria, por este acto se despojara a la burguesía del poder y con ello se hará realidad la liberación política y social.

Hoy las consecuencias de la crisis nos indican la necesidad de construir perspectivas de acción y organización revolucionaria que se apoyen y se nutran de la esencia revolucionaria del marxismo. El manifiesto comunista nos invita a desarrollar la pelea desde las perspectivas de clase, reconociendo al proletariado como la clase de vanguardia y verdaderamente revolucionaria; situación que no depende de su cantidad sino del papel importante que tiene en la producción de los bienes materiales en la sociedad en la posibilidad real de desarrollar la actividad económica en el mundo.

La revolución socialista es la alternativa de paz para los pueblos del mundo que sufren en carne propia las consecuencias del sistema capitalista. Pero para alcanzar esta paz es necesario llevar la lucha de clases hasta sus últimas consecuencias, sin negociar los principios, combatiendo al reformismo y revisionismo que buscan desviar al proletariado de sus intereses centrales. Organizarnos y formarnos bajo la orientación expuesta por Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista para luchar por el socialismo es hoy nuestra tarea y junto a estos maestros y dirigentes del Proletariado mundial continuamos diciendo, proletarios del mundo uníos.

Prof. David Freitez
Centro de Formación e Investigación Prof. Franklin Gimenez.
Contacto: centrodeformacionf@hotmail.com 0426-1536454

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