Miembro del Centro de Formación e Investigación "Prof. Franklin Giménez"
El fascismo es consecuencia directa la Primera
Guerra Mundial o Gran Guerra (1914-1918), con la guerra se profundiza la crisis
en el imperialismo, los pueblos hartos de aquella carnicería dirigieron su cólera
contra el sistema que la había engendrado. Las economías de los países europeos
se vieron seriamente comprometidas el coste de la contienda represento el 30%
para Francia; el 22% de la riqueza de Alemania, el 26% de la Italiana. Mientras
Europa salió debilitada por los enormes esfuerzos bélicos durante la guerra,
Estados Unidos salió fortalecido, aumento su poder económico con el financiamiento
a los países quebrados económicamente. Al finalizar la guerra el paro y la inflación
se extendieron por todos los países contendientes, millones de soldados desmovilizados
se encontraron sin trabajo, desmoralizados por la derrota y muchas veces
incapaces de adaptarse a la vida civil. En los países vencidos además de la situación
dramática de la economía se unían los duros tratados de paz. Se produjeron
grandes cambios tanto en lo económico como en lo político.
Donde antes existiera la Rusia zarista apareció un estado
nuevo sin precedentes en la historia de la humanidad. Donde los obreros, los
oprimidos y explotados tomaron el poder político en sus manos. La revolución
socialista en Rusia mostro que la exclusividad mundial de los explotadores en
la dirección y gobierno de los hombres, había tocado fin, que su poder no era
eterno, sino por el contrario muy poco duradero. Tales circunstancias dieron origen
a una ola revolucionaria que sacudió Europa y alcanzo a otros continentes. Los
acontecimientos se sucedían con rapidez, el derrocamiento del Káiser en
Alemania en 1918, la ocupación de las fábricas por los obreros en Italia, la
revolución en Hungría, el auge del movimiento de liberación nacional en la
India, Irán y Turquía, la profundización de la revolución china. Todos estos
acontecimientos aterrorizaban a la oligarquía financiera y a los sectores de la
derecha reaccionaria. Lo que la condujo a buscar formas drásticas para mantener
su dominio. No es casual que en estos años hayan aparecido los primeros síntomas
serios de los hoy conocemos como fascismo.
Surgimiento
del primer Estado Fascista
Italia fue el primer estado cuyo poder asumieron los
fascistas. Las condiciones por las que atravesaba dicho país después de la
guerra eran muy difíciles económicamente. Aun cuando Italia quedo entre los
vencedores de la Primera Guerra Mundial junto con sus aliados de la Entente, su
situación no difería mucho de la de los países vencidos. La guerra le resulto
muy cara al imperialismo italiano.
Durante la guerra le eran aportadas cuantiosas ganancias
a Italia producto de la actividad industrial, sobre todo la industria armamentística,
pero una vez fue firmada la paz, se produjo una caída en la economía. Se redujo
la fundición del hierro y el acero, y se cerraron centenares de empresas, hacia
1921 de 669 hilanderías existentes cerraron 200. Crecía el desempleo y los empresarios
aprovechaban la difícil situación de los trabajadores para reducir los
salarios.
La situación en el campo era similar. La población
rural soportaba un doble yugo, la expoliación de los latifundistas y los
grandes monopolios industriales, que imponían al campesinado altos precios por
los artículos que necesitaba. Muchos campesinos carecían de tierras.
Fueron los círculos económicos gobernantes del país
quienes llevaron a Italia a tal situación, cuando en 1915, Italia firma un
tratado con Inglaterra y Francia, el Tratado de Londres, en el que se comprometían
en entregarle parte del botín a Italia, es decir parte de los territorios
conquistados al finalizar la guerra. Pero llegado el momento se negaron a
cumplir esos acuerdos, que tampoco podían cumplir, ya que los territorios
ofrecidos pertenecientes a pueblos ajenos, no se dejaron someter a los
designios de las grandes potencias.
Viéndose sometidos a una mayor explotación, los
trabajadores respondían con acciones combativas. En 1919 se extendió una ola de
huelgas que abarco más de un millón de obreros, en 1920 abarcaba a mas de 2 millones
de obreros, las huelgas se extendían, iban acompañadas de choques con la policía,
extendiéndose a ramas enteras de la industria de grandes zonas del país.
También en el campo el movimiento revolucionario iba
en ascenso. Los soldados desmovilizados exigían tierras, con frecuencia las
tomaban a la fuerza, los campesinos expulsaban a los terratenientes, los
jornaleros declaraban huelgas exigiendo la jornada de 8 horas.
La burguesía tampoco estaba conforme, le
desagradaban los resultados de la guerra y la situación creada en el país. Los
monopolios industriales italianos, causantes de la entrada en la Primera Guerra
Mundial, se sentían defraudados no podían perdonar el incumplimiento de las
promesas dadas a Italia.
La situación interna era de grandes protestas y movilización
de la clase obrera, lo que aterraba enormemente e infundía pánico a la gran burguesía.
Temían que los trabajadores siguiendo el ejemplo de los obreros y campesinos en
Rusia, pasasen de la lucha económica a la lucha política, a la lucha por el
poder.
Las esperanzas de que los partidos tradicionales de
la burguesía se convirtieran en dique capaz de contener la ola revolucionaria
no era nada alentadora.
Los grandes monopolios y latifundistas buscaban una
fuerza que fuese capaz de resolver dos problemas importantes que se le
planteaban a la gran burguesía: en primer lugar, establecer el orden interno
del país, aplastar al movimiento revolucionario en la ciudad y el campo, en
segundo lugar crear las condiciones para hacer realidad el programa de rapiña
imperialista que estaba pendiente.
Ante esta situación el terreno era campo fértil para
aventureros de toda laya, y deseosos de salvar a la nación.
Entre los aspirantes se encontraban políticos
fracasados, renegados o expulsados del partido socialista, que se habían
pronunciado por la guerra imperialista y oficiales desmovilizados que después
de la guerra no encontraban ubicación en lo civil.
En marzo de 1919 se celebra en Milán la primera
conferencia del grupo de los “Intervencionistas de Izquierda”, así llaman
entonces a los fracasados socialistas de derecha, expulsados del partido
socialista después de su derrota. Unos días después, el mismo grupo dirigido
por Mussolini, creo la organización “Unión de Lucha” (Fascio di Combattimento) que adopto como emblema un haz de varillas
(Fasces), de donde proviene el nombre
del movimiento: fascista. La unión de lucha solo contaba con 76 miembros y
pasaba inadvertida.
La situación cambio radicalmente cuando los
verdaderos dueños de Italia los grandes industriales y los latifundistas se
reunieron en una conferencia en 1920, organizada por la federación general de
industriales. Más tarde se supo que se habían discutido acerca de la liquidación
de los consejos obreros de fábrica y adoptado la resolución de apoyarse en el
movimiento fascista para luchar contra la clase obrera y los campesinos.
Desde ese momento el movimiento fascista adquirió un
auge tremendo, a las cajas del movimiento afluían cuantiosas sumas de dinero,
lo que les permitió desarrollar una propaganda que influía entre los pequeños
comerciantes, los artesanos arruinados, así como entre los desocupados ex
soldados y otros.
Con tan poderosa ayuda empezaron todo una campaña de
terror contra los trabajadores, y fundamentalmente contra los campesinos, esto
se debía a que en las ciudades la ola revolucionaria era aun poderosa.
De esta manera las uniones fascistas se convierten en
partido político. Lo que los llevo a participar en las elecciones de ese mismo
año, con un programa demagógico, ofreciendo la transformación revolucionaria de
la situación de las grandes masas trabajadoras y populares. Pero aun con su
programa no tuvieron éxito importante apenas contaba con una minoría de
diputados en el parlamento.
En 1920 a 1922 se desarrollo en todo el país una
enconada lucha entre las fuerzas antifascistas y las fuerzas fascistas. El
gobierno hacia caso omiso a tal situación. Los que resistían ante los golpes de
los fascistas era el movimiento de los trabajadores.
En 1922 se declaro una huelga general antifascista,
que mostro las reservas de fuerza de los revolucionarios y de las masas
populares. Sin embargo los conciliadores que dirigían el partido socialista,
partidarios de la colaboración con los fascistas, hicieron fracasar también
esta gran acción revolucionaria de los trabajadores.
Cuando los grandes industriales monopolistas y los
latifundistas se convencieron de que el camino parlamentario no conduciría a
los fascistas al poder se decidieron por el golpe de estado violento y cursaron
las instrucciones correspondientes a los fascista.
En el otoño de 1922, los fascistas organizaron el asalto
armado, pero realmente se convirtió en una gran parodia, ya que el gobierno no
opuso resistencia alguna al golpe de los fascistas. Los representantes de la
gran burguesía y los terratenientes presionaron sobre el rey de Italia, Víctor
Manuel III, quien hizo dimitir al primer ministro y recibió a Mussolini con las
palabras “Hace tiempo que te esperaba”.
El 27 de octubre de 1922 Mussolini formo gobierno con los partidos burgueses
tradicionales es decir los llamados partidos democráticos.
Desde aquel día Italia se vio sumergida en remolino
sangriento de torturas, desapariciones, en venganza de quienes los habían
adversado, la clase obrera.
Comenzaron a generalizarse las torturas y las
mazmorras se llenaron. Las milicias fascistas las llamadas camisas negras, tenían
autoridad para disponer libremente de la vida y de los bienes de los
ciudadanos.
Las reivindicaciones conquistadas por los trabajadores
fueron quitadas, se prohibieron los partidos entre otros derechos.
Podría decirse que el fenómeno alemán es consecuencia
también de la gran depresión del 29, como se conociera aquella profunda crisis
que comenzara en Estados Unidos y que afectara a gran parte de las economías en
el mundo.
Nacimiento
del Estado Nazi Alemana:
Alemania sufrió en los primeros años de posguerra
una profunda crisis revolucionaria, la burguesía atemorizada por el peligro que
se cernía sobre sus ojos por el influjo de la revolución, aspiraba una mano
dura que pudiera dar al traste con tal situación revolucionaria y restablecer
la estabilidad de la economía capitalista. Pero la estabilidad era difícil en
las condiciones que había quedado dicho país después de la guerra. Sin embargo
se logro reprimir en un primer momento al movimiento obrero y popular solo
parcialmente. La clase obrera alemana logro despojar del trono al Káiser,
obtuvo una serie de reivindicaciones sociales y políticas.
En 1920 los grandes monopolios industriales y los terratenientes
intentaron dar un golpe que volviera a Alemania la situación de antes de la revolución
de noviembre 1918.
En esas condiciones la burguesía llego a la conclusión
que podía imponer su voluntad a través de la socialdemocracia de derecha. Por
un lado estos no atentaban contra la base de su poder y por otro lado aun contaban
con la confianza de los obreros, de la pequeña burguesía y los campesinos, con
ello aseguraban una base de masas, es decir apoyo popular.
Por tales circunstancias políticas en estos años, la
burguesía no sentía la necesidad urgente de echar mano de los fascistas, pero
tampoco podía prescindir de ellos. Los
consideraba su fuerza de reserva en caso que la socialdemocracia no pudiera
conseguir restablecer el orden.
Los grupos fascistas gozaban de gran beneplácito de
los grandes grupos económicos. El Partido Obrero Alemán, era uno de los
preferidos del gran capital, fundado 1919 en Múnich capital de Baviera. Su
actividad se limitaba a unas conversaciones en torno a un vaso de cerveza, pero
gracias a la ayuda de militares y grandes industriales sale de ese estrecho
marco. En aquellos años Baviera era un refugio de de militares despechados,
entre ellos habían monárquicos que soñaban con el restablecimiento del Káiser.
Todos ellos necesitaban un partido que contara con un programa político
reaccionario que al mismo tiempo fuese atrayente.
Poco después las autoridades enviaron al cabo Hitler,
para que se encargara de tomar la dirección de ese partido. En 1920 le cambia
el nombre de Partido Obrero Alemán a Partido Obrero Nacional Socialista de Alemania,
(“Nazi”). Y así se conoció hasta su derrota en 1945 año de la completa derrota
de las potencias fascistas.
Este partido contaba con portentosos grupos armados
conocidos como las “SA” y las “SS”. En poco tiempo este partido se convirtió en
el partido representante de los intereses de los grandes industriales, aunque
su programa ante las masas era un programa demagógico que proclamaba la
estabilidad económica de las masas populares.
A este partido afluían grandes sumas de dineros
provenientes de los industriales más reaccionarios, así como de los
terratenientes para su propaganda y acciones políticas. Estas sumas de dinero
se incrementaron cuando los fascistas exponen ante la Unión de Industriales de
Baviera en una reunión secreta sus objetivos.
Hasta 1923 los capitalistas no habían echado mano de
los fascistas, ya que reinaba una relativa calma, pero en este mismo año
Alemania atraviesa por una nueva crisis revolucionaria. La situación era de
gran inflación, de hambre, el pueblo exigía cambios radicales.
En ciertas provincias autónomas surgen gobiernos
progresistas formados por socialistas de izquierda y comunistas.
Debido a esto los grandes industriales empezaron a
acariciar la necesidad de un golpe reaccionario, los amos de Alemania empezaron
a perder confianza en la socialdemocracia de derecha. La situación cambia
cuando las grandes corporaciones con ayuda financiera de Estados Unidos y con
la ayuda de los politiqueros al servicio de la burguesía logran mejorar la situación
financiera del país. En vista de tal afianzamiento de la situación, los
monopolios renuncian al golpe.
Se produce un nuevo viraje a comienzos de los años
30, el ascenso económico producido después de 1923, da paso, como ocurre en los
países capitalistas, a una nueva crisis, su economía sostenida largo tiempo con
limosnas fundamentalmente norte americanas, quedo paralizada.
El desempleo aumentó en forma considerable, en 1929
de cada 100 obreros industriales 13 carecían de trabajo, los desocupados en
1932 eran 44 de 100, y en el primer trimestre de 1933 llegaban a 45, muchos de
los obreros formalmente ocupados eran en realidad desempleados parciales. La
bancarrota financiera alemana condujo al congelamiento de las medidas sociales:
se redujo bruscamente los subsidios por desocupación entre otros, comenzó la
ruina en masa de comerciantes y artesanos, llegándose a subastar las fincas y
otras posesiones campesinas.
En tales condiciones era natural que creciera el
gran descontento de las masas trabajadoras y populares, en estas circunstancias
crecía la influencia de los comunistas que habían anunciado que una nueva crisis
se avecinaba, a su vez era la bancarrota de la socialdemocracia que había sido
la causante en gran medida de esta situación. Tal estado de cosas representaba
un peligro a los privilegios de los ricos y la aristocracia.
La situación se agudizaba, los círculos gobernantes
echan mano abiertamente de los fascistas. Las posibilidades aumentaron ya que
una parte de la población arruinada comerciantes, artesanos, fundamentalmente
pequeña burguesía, desesperados por su situación creyeron en las proclamas del Partido
Nacional Socialista, cuando afirmaban que la situación era debido a la falta de
espacio vital y que la única salida era la anexión de territorios ajenos, lo
que dio pie a que las ideas chovinistas comenzaran a extenderse.
Ofreciendo demagógicamente a los artesanos y
comerciantes la liquidación de sus competidores, a los desocupados trabajo, a
los campesinos tierra, es aquí cuando comienza a tener una base de las masas el
Partido Nazi.
En 1930 propietarios de minas del consorcio hullero,
el club de industriales empieza a financiar de una manera significativa al Partido
Nazi.
La agudización de la crisis ayudo al partido de los
fascistas a conquistar algunos éxitos y a convertirse en una fuerza política
influyente. Sin embargo esta influencia duro poco, las masas empezaron a darse
cuenta que las promesas hechas por los nazis eran mentira, empezaron a darse
cuenta del verdadero sentido de su propaganda anticapitalista, al mismo tiempo
que decrecía la influencia de los fascista crecía la influencia del Partido
Comunista.
Para 1932 se celebran elecciones al parlamento, en
la que el Partido Fascista pierde 2 millones de votos, el Partido Comunista por
el contrario gana 700.000 votos llegando a 6 millones en total. Lo que obliga a
los círculos económicamente influyentes a presionar a los partidos
representantes de los capitalistas a formar coalición con los Nazis. Ejercieron
presión sobre el Presidente de Alemania, Heinderburg, quien nombra a Hitler Primer
Ministro desplazando a Scheicher protegido suyo quien poseía dicho cargo. De
esta manera formar gobierno también con partidos de la gran burguesía.
Pero mientras los comunistas no fueran destruidos,
las posibilidades de los nazis a formar gobierno legítimo eran pocas, ya que
los comunistas tenían gran influencia sobre el movimiento obrero. El dique
contenedor que representaban las fuerzas de los comunistas daba mucha
inestabilidad a los fascistas.
Los fascistas acariciaban la posibilidad de
proscribir los partidos y fundamentalmente al partido comunista, pero ante el
temor de despertar una ola de protestas y alzamiento de las masas ante la medida,
decidieron acudir a pretextos para justificar una represión en masa de los
comunistas.
De esta manera empieza los ataques abiertos contra
los comunistas, asalto policiaco a la sede del Partido Comunista, difusión de
mentiras como planes de insurrección, cuyas pruebas supuestamente hallaron en
el lugar allanado, tales pretextos sirvieron a Goering mano de derecha de
Hitler para decretar la creación de grupos de choques como las SS.
Su primera acción fue provocar el incendio del
parlamento alemán o Reichstag, para culpabilizar a los comunistas de tal hecho.
Lo que dio pie para emprender una masiva ola de represiones contra los
comunistas, solo en Berlín ese mismo día detuvieron a 1500 personas, en todo el
país detuvieron a 10.000 militantes. Declararon el estado de excepción. Lo que
represento un duro golpe para el movimiento obrero y revolucionario.
Pocos días después, se celebran nuevas elecciones en
las que el Partido Comunista obtiene un éxito importante cerca de 5 millones de
votos, lo que valió para que fuese proscrito definitivamente.
Desde este momento el poder de los nazis empieza a
ser ilimitado, comienzan los encarcelamientos masivos de los enemigos del régimen
fascista, las torturas, las desapariciones, los encarcelamientos, los
asesinatos, la tortura, la represión, los asesinatos por parte de los grupos
especiales se convierte en todo un sistema.
Las cárceles abarrotadas, dan paso a la construcción
de los llamados campos de concentración. Se recrudece la persecución contra los
pobres y los judios. Eran atacados los representantes de la cultura, de la
intelectualidad progresista. En las calles ardían hogueras de libros.
Ni los partidos de la burguesía, ni la
socialdemocracia de derecha opusieron resistencia a los fascistas, pero esto no
los salvo de que también fuesen condenados por el régimen fascista, al cual ya
no le eran útiles. Declaro al Partido Socialdemócrata enemigo del pueblo alemán.
Disolución de todos los partidos.
De esta manea para 1933, había culminado en lo
fundamental el establecimiento de la dictadura fascista en Alemania. La clase
obrera y el pueblo habían sufrido una grave derrota.
El 20 de enero de 1934 el gobierno de Hitler publico
la ley acerca del trabajo nacional. En ella se concedía a los empresarios un
poder ilimitado sobre los obreros de sus empresas. Su aplicación facilito
considerablemente a los patronos la ofensiva contra los derechos de los
obreros. Tanto más porque los fascistas habían liquidado los sindicatos de
clase, creando en su lugar los sindicatos títeres del capitalismo, que se
denominaban Frente Alemán del Trabajo. Para este momento los datos estadísticos
revelaban el crecimiento de los beneficios obtenidos por los empresarios del 15
al 30%.
En los primeros años se redujo el paro, pero era
fundamentalmente por la ocupación de obreros en la gran industria bélica, ya
que Alemania se preparaba para la guerra de rapiña.
Se redujo el consumo de productos, las importaciones
de alimentos eran enormes, la inflación crecía vertiginosamente, el descontento
crecía hacia el régimen Nazi. Un duro y vergonzoso golpe al fascismo fue el
proceso de Leipzig. (Dimitrov dirigente del Partido Búlgaro).
El fenómeno
en España:
Como en la mayoría de los estados fascista en España
las organizaciones fascistas provenían de sectores de la burguesía
reaccionaria.
Aparecieron poco después de la revolución antimonárquica
en 1931.
Existían dos partidos fascistas uno de ellos la
falange española dirigido por un hijo de un dictador militar de la monarquía, y
otro denominado Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). Estas
organizaciones se fusionaron pasándose a llamar Falange Española de la JONS. Su
influencia en la vida política era muy escaza. Solo abarcaba a ciertos grupos
de estudiantes reaccionarios y una capa del ejército y de la marina.
Además existían otros partidos y organizaciones
fascistas muy pequeñas fundamentalmente representantes de la iglesia católica, es
decir partidos clericales.
La situación de debilidad de la reacción fue
cambiando, las debilidades existentes del gobierno republicano a la sazón en el
poder, dieron pie para que en las elecciones a la corte en 1933, los sectores reacción
salieran triunfadores. Es en este momento (1934-1935), cuando comienza toda una
situación de calamidad para el pueblo español.
A lo largo de estos años el pueblo español emprende
una ardua lucha contra el establecimiento del Fascismo y defensa de sus
derechos sociales y políticos. En 1934 el pueblo aprende una lección cuando el
movimiento de los obreros austriacos que se levanta contra el fascismo fue
duramente reprimido.
A comienzos de 1935 empieza a formarse el Frente
Popular Antifascista, en el cual se consigue la unidad de los socialistas, los
comunistas, y republicanos de izquierda, así como también la unión de dos
grandes organizaciones sindicales, la Confederación General del Trabajo
Unitaria bajo la influencia de los comunistas y la Unión General de Trabajadores
dirigidas por el Partido Socialista Obrero Español. En 1936 se unen las
juventudes en el frente la juventud socialista y los jóvenes comunistas.
Esta unidad dio un viraje a la situación de dominio
de los fascistas, el 16 de febrero de 1936 se celebran elecciones que dio la
victoria al frente popular, constituyendo un golpe al fascismo y la reacción.
Se constituyo un gobierno formado casi
exclusivamente por republicanos lo que le daba un carácter un poco laxo a dicho
gobierno, las estructuras del estado quedaron intactas, los cuerpos represivos
se mantuvieron lo que representaba una grave debilidad para ese gobierno.
Los reaccionarios se habían convencido que por la vía
legal no llagarían al poder. De esta manera emprenden una serie de saboteos
contra el gobierno del frente popular y la república.
Conscientes de que ni con unión de todas las fuerzas
reaccionarias conseguirían derrocar las fuerzas revolucionarias, buscaron hacer
alianzas con las fuerzas extranjeras fundamentalmente con Alemania, relaciones
que existían desde hacia tiempo existían, Franco quien para 1916 era agente de
inteligencia del servicio de espionaje alemán.
A los fascistas alemanes e italianos les convenía
derrocar al gobierno del frente popular en España y la constitución del frente
en francia, ya que esto representaba un obstáculo para sus fines imperialistas.
Italia y Alemania se preparaban para la guerra por
el reparto del mundo y para triunfar debían asegurarse ventajosas posiciones,
lo que significaba España con respecto a operaciones militares en Europa.
Los llamados países democráticos como Francia, Estados
Unidos e Inglaterra, se inquietaron por los triunfos de los republicanos españoles.
Y emprendieron la ayuda a los fascistas por debajo cuerda.
De esta manera los fascistas apoyados por las
fuerzas fascistas extranjeras y por los llamados países democráticos, y por
otro lado las fuerzas del pueblo resistiendo se comienza a configurar una
guerra civil.
Cuando el gobierno del frente se dirige a Francia a Estados
Unidos e Inglaterra en busca de ayuda, pedían a estos gobiernos que le
vendieran armas, la respuesta de los países democráticos fue negativa, al contrario
proclamaron una política de “No Intervención”. A la cual dirigieron también a
la unión soviética para que entrara en el acuerdo. La URSS, se adhiere al
acuerdo con la condición que se garantice el cese inmediato de la ayuda a
franco por parte de las potencias fascistas.
Esta política era una simple pantalla, ya que los
llamados países democráticos no cumplían con dicha política y apoyaban a los
fascistas. La URSS al darse cuenta del apoyo que brindaban a los reaccionarios,
se salió del acuerdo y empezó a brindar ayuda los republicanos.
En toda la Unión Soviética comenzaron colectas
voluntarias para todo el pueblo español y pocos meses se recogieron millones de
rublos.
En los días más difíciles para el pueblo español, la
ayuda prestada por el pueblo soviético, armamentos y ante todo aviones cedidos
al gobierno, ayudaron a estabilizar las posiciones.
Los antifascistas de todo el mundo y en primer lugar
los comunistas, tenían en cuenta que salvar a España no era tarea privada de
los revolucionarios españoles, que salvar a España era salvar al mundo de la agresión
fascista.
En todo el mundo se organizaban comités de
solidaridad, no hubo un rincón del mundo donde los pueblos no expresaran su
solidaridad con el pueblo español.
En 1936 se organizó en parís, el comité
internacional de coordinación de ayuda a la república española, se crearon
secciones de dicho comité en todos los rincones del mundo.
La España republicana oprimida por las tenazas del
bloqueo de Estados Unidos, Francia e Inglaterra combatía no solo contra los
fascistas locales, sino también con las grandes potencias europeas: Italia,
Alemania. Era una guerra desigual. Sin embargo durante tres años les costó
derrocar al pueblo y su resistencia.
Sin la intervención militar de Italia y Alemania, y
sin la política de la no intervención las fuerzas republicanos hubiesen
derrotado a los reaccionarios.
El 3 de marzo los jefes de la conspiración declararon
por radio que el frente popular quedaba destituido y que se había creado la
Junta Nacional de Defensa.
El frente republicano minado por la traición de los
llamados quinta columnas, como se empezó a llamar a los agentes fascistas y
conspiradores ocultos en la retaguardia republicana.
El 1 de abril de 1939 todo el territorio de la república
quedo ocupado por las tropas franquistas y los intervencionistas.
La guerra provocada por los fascistas costo a el
pueblo de España un millón de vidas. Como en otros países los
fascistas-falangistas llevaron consigo el terror y el oscurantismo. Un millón
de españoles abandonaron el país, centenares de miles asesinados y centenares encarcelados,
entre ellos obreros y campesinos, dirigentes sindicales y militantes de
partidos políticos, los intelectuales y científicos, escritores, artistas.
Las conquistas alcanzadas por el pueblo duraonaria que se
produce después de la Primera Guerra Mundial, del triunfo de la Revolución de Octubre,
y la formación de los partidos comunistas a partir de 1917.
“El
fascismo no es un poder situado por encima de las clases, ni el poder de la
pequeña burguesía o del lumpenproletariado sobre el capital financiero. El
fascismo es el poder del propio capital financiero. Es la organización del
ajuste de cuentas terrorista con la clase obrera y la parte revolucionaria de
los campesinos y de los intelectuales. El fascismo en política exterior es el
chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra los demás
pueblos.” Jorge Dimitrov,
El carácter de clase del fascismo.
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